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    Conocé un Museo diferente, con una rica historia

    Situado en el barrio de San Telmo, al lado de la Basílica San Pedro González Telmo, en la calle Humberto Primo, se encuentra el Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé, que después de un período de restauración y puesta en valor, abre sus puertas al público, los martes y sábados de 11 a 15 horas, con entrada libre y gratuita.

    Su historia se remonta a las primeras décadas del 1700, cuando la capital del Virreinato del Río de la Plata -dependiente de la Corona Española- contaba con apenas un puñado de habitantes. En los períodos de lluvia intensa el arroyo Tercero del Sur se desbordaba y el centro urbano (marcado por la Catedral), y su arrabal sureño (los Altos de San Pedro) quedaban aislados, inhabilitando a sus habitantes a cumplir con los deberes administrativos, religiosos y educativos. Para satisfacer estas demandas cívicas y religiosas, en 1735 la Compañía de Jesús, bajo la dirección del arquitecto y religioso Andrés Blanqui, comienza la construcción de un complejo arquitectónico que incluiría un templo dedicado a Nuestra Señora de Belén y un colegio que brindaría la doctrina cristiana, complementado con una Casa de Ejercicios Espirituales para hombres. Las obras fueron continuadas por Juan Bautista Prímoli y Martin Schmidt y finalmente intervino Antonio Masella que se encargó principalmente de la ejecución de la capilla que se encuentra dentro del claustro principal.

    Algunas décadas más tarde, el rey Carlos III ordena la expulsión de la orden jesuítica de todos los territorios de la Corona y la Casa de Ejercicios se convierte en espacio para el recogimiento de mujeres extraviadas y 'de mal vivir', que estaban alojadas hasta ese entonces en la Cárcel del Cabildo.

    Durante las Invasiones Inglesas, expediciones militares emprendidas por el Imperio británico entre 1806 y 1807, el predio se convierte en depósito y cuartel de tropas hasta que, con la instalación del gobierno patrio en 1810, pasa a jurisdicción estatal primero como hospital militar y después como hospicio de enfermos mentales. Años más tarde sería la “Penitenciaría de la Residencia”, alojando a mujeres y deudores, y un albergue para menores abandonados.

    En 1890 se hizo entrega de la parte más antigua del edificio a la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, una orden religiosa de origen francés que tenía trayectoria en administrar institutos de detención para mujeres en diferentes países de América Latina (Uruguay, Chile, Paraguay, Colombia), Europa y Estados Unidos. La Orden quedó a cargo de la Cárcel de Mujeres y del Correccional de Menores. Durante casi 100 años las religiosas de la Orden mantuvieron la administración del Asilo Correccional bajo un régimen disciplinario, abogando por una regeneración espiritual y moral a través de prácticas del oficio piadoso.

    En 1971 la fuga de un grupo de presas políticas hizo evidente las dificultades de la administración religiosa volviéndola insostenible. Luego de casi 85 años de dirigencia, en 1974, la Orden del Buen Pastor abandonó el Correccional y el Servicio Penitenciario Federal se hizo cargo de su gestión, y trasladó a las mujeres al actual Instituto Correccional de Mujeres (Unidad 3), en la localidad de Ezeiza. A partir de ese momento comenzó a funcionar en la planta alta del edificio la Academia Superior de Estudios Penitenciarios.

    traje presidiarioEl 4 de diciembre de 1980 se inauguró, en planta baja, el Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé, denominación que reivindica la figura de quien fuera director de la Penitenciaría Nacional entre 1904 y 1909, pionero de cambios fundamentales dentro de las políticas criminológicas y de la gestión penitenciaria. Las salas del museo exhiben el patrimonio histórico del Servicio Penitenciario Federal, con objetos emblemáticos como el traje a rayas portado por los reclusos de Ushuaia, los grilletes, parte del mobiliario de la Penitenciaría Nacional, elementos de trabajo de los y las detenidas, objetos pertenecientes a sus funcionarios y documentación de archivo como la serie de historias criminológicas, planos y mapas, revistas penitenciarias, entre otros.

    Bajo el Programa de Recuperación del MPA, la Institución buscó dar tratamiento archivístico integral a toda la documentación del archivo histórico del SPF y garantizar la accesibilidad para la consulta pública.


    Susana Espósito - 4350 caracteres – Jueves 24/04/25 - Fuente: Museo Penitenciario




    Página Declarada de
    Interés Cultural
    (Legislatura CABA 512/2004)


    Auspiciada por:
    El Ministerio de Cultura del GCABA
    Res. 2027/2005
    y la
    Subsecretaría de Turismo del GCABA Res. 065-SSTUR-07