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Resurgimiento de la sidra y las copas María Antonieta

Quienes hoy peinan canas recordarán que cuando eran niños, en los festejos de las Fiestas, sus padres brindaban con sidra y se bebía en copas "María Antonieta". Con el correr de los años, esta bebida fue quedando casi en el olvido y se fue imponiendo el champagne o espumantes y las copas aflautadas, para beberlo.

En las últimas décadas la industria vitivinícola ha crecido notablemente y hay distintas cepas que se transforman en deliciosos vinos y champagne, pero también se consideró la posibilidad de elaborar sidras de mejor calidad, para captar paladares exigentes y volver a tener presencia en el mercado y efectivamente, se logró el objetivo.

Hace aproximadamente 10 años, la sidra en Argentina entendió que debía reinventarse y desde entonces, es la bebida alcohólica que más creció a nivel global; ganando espacio en góndolas especializadas, en bares y restaurantes, incluso en coctelería. Argentina sigue siendo parte del top ten de consumidores globales, ubicándonos entre el sexto y séptimo puesto), junto a países como Inglaterra, España y Australia, entre otros.

La sidra argentina ha mejorado su imagen y sabor. “Nuestro país es uno de los principales exportadores de peras y manzanas del mundo. Nuestra pera Williams es considerada como el malbec de esa fruta, la calidad que tenemos en el país es única y es utilizada en la elaboración de sidra, en un porcentaje justo. Esta sidra no solo abrió el juego a bienvenidas competencias, sino que se involucró con la mejor gastronomía del país.

Hoy, la sidra en Argentina muestra un horizonte promisorio de la mano de productores que incluyen a grandes multinacionales y a pequeños artesanos, todos buscando reconvertir la sidra en una bebida valorada.

Como perlita, podemos decir que al igual que la moda en el rubro indumentaria, mobiliario y decoración y otras, lo mismo ocurre con la industria vitivinícola. Lo que hoy se usa, luego deja de usarse, pero todo es cíclico y en algún momento vuelve. Así ocurrió con la sidra y también con las copas en las que se bebía y quedaron en desuso, pero hoy vuelven a estar de moda. Se trata de las copas María Antonieta, que son bajas, abiertas y se les dio ese nombre porque se las creó sobre el molde de un seno de la citada reina de Francia, con el objetivo de perpetuar sus encantos.

Esta explicación generó ciertos pícaros comentarios y quienes dedujeron que si las copas de sidra tienen la forma del pecho de María Antonieta, por qué no pensar que, tal vez, la copa aflautada adoptó la forma de la parte masculina de su esposo, el rey Luis XVI.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Martes 22/11/22 - (Cantidad de caracteres: 2608)