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    Av. Libertador la primera calle compartida
    genera aceptación y rechazo

    Hace varios meses, el Gobierno de la Ciudad encaró obras para convertir a la Avenida del Libertador en la primera calle compartida, con el objetivo de reordenar el tránsito vehicular, las bicisendas y el desplazamiento peatonal, pero no todos están conformes.

    Avenida Libertador calle compartida

    La intervención abarca 11 kilómetros que unirán la General Paz con Retiro, contará con ciclovías exclusivas en ambos sentidos, nuevas dársenas para la espera de colectivos, canteros, árboles y una reducción de la superficie para la circulación de automotores. Esto último generó las críticas de quienes circulan con sus vehículos porque dicen que disminuyeron las vías para el tránsito vehicular.

    Los cambios encarados por el Gobierno porteño se basan en modelos que funcionan muy bien en otras ciudades del mundo, como Barcelona, París, Londres y tantas otras, pero, parece que en Buenos Aires, conformar a todos o a la mayoría, es prácticamente una utopía.

    No falta quien dice “No sirve para nada, está todo mal lo que hicieron”, varios se quejan diciendo que hay menos espacio para circular en la calle, se nota que sacaron carriles o que los achicaron; los días de semana es una complicación porque el tránsito está más comprimido”.

    En respuesta a esas críticas, los ciclistas, dicen: “Que los automovilistas se quejen de la Panamericana, no de esta avenida. En la Panamericana hay verdadero caos, acá no” y justifican diciendo: “Andar por Libertador sin ciclovías, antes de que las instalaran, era un peligro, porque había que esquivar autos todo el tiempo y quedábamos muy expuestos”.

    También otros opinan que el tránsito está más más ordenado, aunque se redujo el espacio para automóviles y otros vehículos.

    La elección de un modelo de cordón doble montante, de 20 centímetros, para las ciclovías no fue casual, ya que se buscó evitar la invasión de vehículos y disuadir a los conductores de ingresar a los carriles exclusivos. Para los carriles, hay otra explicación.

    “El proyecto Libertador fue pensado con la misma cantidad de carriles, los mismos lugares donde estaba permitido estacionar y sumando los bulbos para que se detengan los colectivos. Hay que desmitificar que se quitaron carriles de la avenida”, sostiene la secretaria de Transporte y Obras Públicas de la ciudad, Manuela López Menéndez.

    La funcionaria explicó que los carriles fueron achicados porque el ancho que tenían era anacrónico respecto de los rodados que circulan en la actualidad. “Entre Olleros y General Paz hay la misma cantidad de carriles. Cuando se construyeron las avenidas, fueron pensadas con carriles de 3,70 metros, para autos más anchos, pero ahora con 3 o 3,10 metros alcanza bien y esa es la medida que tenemos en Libertador. Cuando se ve la obra completa parece que se quitaron dos carriles, pero no es así”, dice López Menéndez.

    ¿Quién pensó en el bienestar del peatón en esta discusión sobre el espacio público?
    Quienes caminamos por allí, no vemos esa dificultad, todo lo contrario, ya que en muchos tramos, quienes caminan o corren por allí, debían hacerlo por la bicisenda o tirarse a un costado, por el pasto, para dejar pasar las bicis y ahora está definido el espacio para ambos.

    La realidad es que muchas personas hacen de la queja una insana costumbre, aunque evitan quejarse de lo que realmente deberían hacerlo. Qué están defendiendo nuevas ideas o ideología política, quejas por las mejoras en la circulación de quienes siguen ensanchando las grietas...

    Vale recordar que las bicisendas han sido súper criticadas y sin embargo, cada vez son más utilizadas, habiendo incrementado el uso en tiempos de pandemia, cuando el transporte público era exclusivamente para profesionales considerados esenciales.

    Para la Ciudad, se trata de una de las obras prioritarias en un año de proyectos austeros y condicionados por el presupuesto recortado por el Gobierno de la Nación, tan crítico de lo que hace el gobierno porteño, aunque la mayoría de quienes nos gobiernan, viven en Recoleta, Barrio Parque y Puerto Madero, las zonas más caras de la ciudad a la que critican!


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 07/07/22 - (Cantidad de caracteres: 4079)




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