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    Un pacto con sabor a dulce de leche

    El domingo 24 de junio se cumplieron 189 años de la firma del Pacto de Cañuelas y un hecho circunstancial, la creación impensada de un dulce, que aún hoy es de los más ricos del mundo, el dulce de leche.

    El 24 de junio de 1829, Juan Manuel de Rosas y el general Juan Lavalle firmaron el Pacto de Cañuelas un armisticio a fin de reestablecer el orden, luego de la derrota sufrida por el último en “Puente de Márquez”, tras las permanentes luchas que se sucedían desde diciembre del año anterior, luego del fusilamiento de Dorrego por parte de Lavalle. El objetivo era detener la guerra civil que asolaba la provincia de Buenos Aires desde la revolución de diciembre de 1828.

    La noche anterior, Lavalle partió hacia el cuartel general de Rosas, en Cañuelas, acompañado sólo por un ayudante. Llegó a la Estancia La Caledonia, residencia de Rosas y como el dueño de casa no estaba, Lavalle se acostó en la cama de su enemigo a esperarlo. Una leyenda cuenta que una criada de Rosas, enterada del curioso suceso, habría abandonado una lechada con azúcar que estaba cocinando, para buscar a Rosas; al regresar varias horas después, habría descubierto que acababa de inventar accidentalmente el dulce de leche.

    A la mañana siguiente, Rosas y Lavalle iniciaron negociaciones para llegar a algún tipo de acuerdo. Las bases del mismo fueron: La cesación de hostilidades por ambas partes, elección de una Junta de Representantes, votándose solamente en la ciudad capital; la Junta elegiría un nuevo gobernador, que no podría ser Lavalle ni Rosas, y por último, que ambos ejércitos quedarían bajo el mando del gobernador.

    En una segunda parte de la misma Convención, se acordaba que: 1º, para evitar conflictos electorales, se convendría una lista única de candidatos a Representantes, y 2º, la elección de gobernador recaería en el general Félix Álzaga, al que se le imponían los nombres de sus ministros, mitad federal y mitad unitarios.

    Sin embargo este pacto fue desconocido por los unitarios de la ciudad. Éstos habían aumentado su autoestima con el triunfo de Paz dos días antes en La Tablada.

    Producidas las elecciones el 26 de julio los unitarios se alzaron con el triunfo de su lista, que coexistió finalmente con la pretendida lista única, pero Rosas no reconoció el resultado eleccionario.

    Ante la amenaza de la reanudación de las luchas civiles, Rosas y Lavalle firmaron un nuevo acuerdo: el Pacto de Barracas, por el cual Viamonte fue designado Gobernador interino, pero esto era el preludio del nombramiento de Rosas como Gobernador, lo que acaeció tres meses más tarde.


    Susana Espósito - Noticia publicada el: Lunes 25/06/18 - (Cantidad de caracteres: 2600)




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