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La tecnología aplicada a las obras hidráulicas

Las inundaciones han sido un serio problema de los últimos años y en ese aspecto, el Gobierno de la Ciudad ha realizado intervenciones importantes que han dado excelentes resultados.

La mayor de ellas es la construcción de dos grandes túneles aliviadores en la cuenca del Arroyo Maldonado con la finalidad de aumentar su capacidad de captación. Uno de los túneles tiene 4.561 metros y el otro, 9.860 metros, además de sus obras complementarias. Entre ellas se destacan tres estructuras de derivación y conexión, la obra de descarga y bombeo, que permite la descarga al Río de la Plata a través de un canal de salida; y dos cámaras de ventilación, una en cada túnel.

El primer túnel aliviador del arroyo Maldonado funciona desde el 30 de junio de 2011. El segundo se finalizó en noviembre del mismo año y comenzó a funcionar en agosto de 2012.

El túnel corto atraviesa la cabecera sur de Aeroparque, continúa por la zona del Planetario para seguir su traza paralela coincidente con la Avenida Juan B. Justo, hasta llegar al Puente de la Reconquista, en la calle Niceto Vega.

El túnel largo se inicia en Juan B. Justo y Cuenca y se desarrolla bajo el emisario principal hasta la calle Castillo, a partir de la cual el trazado continúa por la calle Godoy Cruz hasta la Av. Del Libertador, siguiendo a partir de ese punto una trayectoria prácticamente paralela al túnel corto hasta la misma estructura de descarga.

Otro trabajo importante se realizó en la cuenca del Arroyo Vega, que transcurre íntegramente dentro de los límites de la Capital Federal. Limita al norte con la cuenca del Arroyo Medrano, al sur con la cuenca del Arroyo Maldonado y al este con el Río de la Plata.

Este arroyo abarca una superficie de 1.700 hectáreas. En su desembocadura en el Río de la Plata, a la altura de Ciudad Universitaria, se construyó una presa de hormigón con 13 válvulas de descarga que sirve para mitigar las inundaciones producidas en Barrio River y en la parte baja del arroyo.

Estas obras realizadas y otras que se están ejecutando, aplicadas correctamente, significan notables mejoras que redundan en beneficio de todos.

Ahora, a los efectos de prevenir inundaciones, se está instalando una red de sensores que envían datos en tiempo real y que permiten activar sistemas de emergencia en las zonas críticas.

Ya hay 28 que funcionan en túneles y canales aliviadores de los arroyos subterráneos, que se comenzaron a instalar en el mes de marzo de este año. De esta manera se monitorea el caudal, la velocidad y la altura del agua y esos datos se reciben en un centro de monitoreo. Así se pueden anticipar los riesgos de inundación y activar a tiempo los sistemas de emergencia.

El Sistema Inteligente de Administración Meteorológica y Pluvial de la Ciudad se puso a prueba con los 220 milímetros de lluvia que cayeron entre el 5 y el 10 de agosto. Contar con la información precisa de cómo se estaban comportando los desagües y los arroyos permitió tomar algunas medidas. Como por ejemplo, cerrar las compuertas del Lago Soldati para que no ingresara el agua del arroyo Cildañez, que corría con demasiado caudal. Así el lago pudo retener más agua de lluvia y no se inundaron las zonas aledañas.

Estos sensores ofrecen también información acerca del estado de limpieza de los ductos. Para garantizar que sus datos lleguen al centro de monitoreo, los conectaron al protocolo Tetra de la Policía Metropolitana, una red que garantiza las comunicaciones en casos de emergencia. Es la misma que utiliza el SAME y, como siempre mantiene un canal libre, funciona aún cuando otros sistemas de comunicación colapsan. Por ejemplo, en el caso de una tormenta.

Rodrigo Silvosa, subsecretario de Mantenimiento del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, anticipó que el plan es sumar más sensores, ya que uno de los desafíos de la ciudad es volverse más inteligente.

El Banco Mundial ya aprobó el crédito para que el Gobierno de la Ciudad mande a construir su propio radar meteorológico. El Ministerio de Desarrollo Urbano porteño ya lanzó la licitación para comprarlo. La inversión estimada será de unos 10 millones de dólares. El radar se incorporará a la red de información hidrometeorológica y permitirá obtener previsiones más precisas del clima en la Ciudad.

Susana Espósito - Noticia publicada el: Jueves 08/10/15 - (Cantidad de caracteres: 4287)